Páginas

domingo, 7 de febrero de 2010

15.- SUMINISTRO DE MATERIALES

El abandono en la defensa de la economía municipal no se limitaba a los casos expuestos; era total, sin límites. Otro caso: los materiales de construcción. Cabanes era el albañil encargado de todas las reparaciones que requerían la red de agua potable, las tuberías del alcantarillado, las aceras o cualquier obra cuya cuantía no hiciera necesaria la subasta pública. Estas obras eran pequeñas, pero bastante numerosas en un casco urbano como el de Catarroja. Los materiales los suministraba el único establecimiento que en aquel tiempo se dedicaba a esta clase de comercio.


En la primera sesión de la Comisión Permanente, se presentaron para la aprobación del pago unas facturas en las que el proveedor especificaba los distintos materiales (cemento, yeso, ladrillos, etc.) las unidades o peso de cada uno de ellos y la suma de sus importes, pero no se expresaba la obra o reparación para la que se habían servido. El Ayuntamiento pagaba (aunque con mucho retraso) los materiales contenidos en una factura que carecía de toda comprobación. Igual daba tres que veintitrés. Dispuse que en lo sucesivo cada petición de materiales la hiciese Cabanes mediante entrega de un talón firmado en el que figurase la obra de que se tratase; que el proveedor acompañase estos talones a las facturas, que serían visadas y firmada la conformidad por Cabanes, y que en cuanto a las facturas por suministros precedentes, carentes de talones, firmase también Cabanes la conformidad.


Una de estas facturas por suministros anteriores, llevaba fecha de siete meses atrás; carecía de importancia porque incluía tres o cuatro sacos de cemento y un poco de arena. Me dijo Cabanes que, después de tanto tiempo no podía recordar a qué obra correspondían. Llamé al proveedor: ¿Cómo presenta usted una factura con siete meses de retraso? Pues mire usted, una nota que se nos había traspapelado y apareció ahora, pero, al fin y al cabo como aquí pagan cuando pagan. No, de eso nada; a partir de ahora se pagará al contado, todo lo que sirva usted durante la semana lo facturará y presentará el lunes siguiente; como la sesión de la Permanente se celebra el jueves, el lunes siguiente le será pagada, salvo que haya alguna objeción, o sea que cobrará usted con una semana de retraso, tiempo necesario para la aprobación y formalización del pago. ¿Le parece a usted bien? Me parece estupendo pero ¿me asegura usted que será así? No lo dude; si alguna vez le dijeran que no hay dinero, haga usted el favor de subir y decírmelo, pero no se preocupe que no hará falta que suba. Durante quince años nunca se le dijo a nadie en el Ayuntamiento de Catarroja que no se le pagaba, que tendría que esperar, porque no había dinero.


Esto de la falta de dinero era entonces (no sé lo que suceda ahora) el pan nuestro de cada día. El proceso de esta cuestión era éste; los recaudadores retrasaban todo lo posible la entrega de fondos a Depositaría porque los bancos pagaban entonces extratipos muy sustanciosos. Depositaría solía estar, por tanto, a dos velas, lo que favorecía que quien tuviera necesidad de cobrar ofreciese algo, lo que en lenguaje vulgar se llamaba o se llama aún, untar. Quienes tenían que pasar por todo esto, es natural que incluyesen en el importe de la factura lo que después tenían que ofrecer para cobrarla y, puestos a aumentar ¿porqué no un poco más? Como las facturas no se controlaban...El resultado final era que el Ayuntamiento pagaba tarde pero mucho más de lo debido.


Sé que después del caso de los materiales (lo sé porque el proveedor lo dijo a un vecino que me lo contó) fue a decirle a uno de los altos funcionarios del Ayuntamiento que con las normas del nuevo Alcalde, ya no podría darle las comisiones que le venía entregando. La deducción que ha de hacerse es ésta: si antes, cuando cobraba las facturas con muchos meses de retraso pagaba comisiones ¿por qué no las podía pagar ahora, cuando cobraba al contado? Es evidente que tales comisiones las incluía en la factura, lo que podía hacer cuando no eran controladas y sí aprobadas automáticamente. El funcionario que las recibía aprovechó la primera convocatoria de concurso para la provisión de plazas de su categoría, solicitó el traslado y dejó de ser funcionario de Catarroja, de donde marchó sin despedirse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario